miércoles, 11 de abril de 2012

Baltasar gana el Trofeo Niño Jesús

Esta pasada noche se celebró la MMXII edición del Trofeo Niño Jesús con salida y meta en Belén y cuyo recorrido se ha adentrado por las calles de Jerusalén. Un recorrido duro no tanto por su perfil como por la exarcebada pasión del público. Al igual que en la San Silvestre Vallecana se lanza nieve de spray a los corredores, en esta carrera es tradición el lanzamiento de piedras y misiles según los tramos del recorrido.
El rey Melchor fue en cabeza los primeros compases de la prueba pero como todos los años en el octavo kilómetro se topó con su muro particular: el Muro de las Lamentaciones, y tuvo que sucumbir al poderío africano del rey Baltasar que se erigió como ganador tal y como lo ha venido haciendo durante dos mil diez ediciones anteriores con la salvedad de la MCMXCII edición en la que un gran diluvio formó un gran charco cerca de meta que Baltasar fue a saltar y se cayó, ganando esa edición el caganet de Maragall (aquel año estaba en una gran forma) que además tuvo el feo gesto de hacer un calvo a la concurrencia en la misma línea de meta.

En Categoría femenina la ganadora fue la Virgen María, seguida de cerca por la Lavandera y la Pastorcilla número cinco. Unos trescientos fueron los participantes entre los que destacaron en número el Club Atlético Pastoril y el Gremio de Carpinteros entre los que se encontraba San José.Los ganadores fueron premiados con un roscón de reyes de un kilo del Horno de San Onofre que el rey Baltasar compartió en parte con su camello y envolvió el resto con el papel de plata del río "para hincarle el diente esta madrugada cuando estemos currando a destajo". Los subcampeones recibieron un roscón de medio kilo del Horno del Pozo "muy rico pero lo prefieron con nata", según declaraciones de la Lavandera. Los terceros obtuvieron un roscón de cuarto de kilo de los supermercados Día "más duro que una piedra" según palabras del paje del rey Baltasar, a quien hizo de liebre.
El último, un año más, fue Papá Noel que continúa con sus problemas de obesidad y a duras penas consiguió terminar la prueba, siendo atendido en la misma línea de meta por la Cruz Roja. Como es tradición fue graciosamente obsequiado con veinte kilos de carbón vegetal de ínfima calidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario